VOZ INTERIOR I Y II

Bronce a la cera pérdida

Para mí fue un brinco enorme pasar de las esferas monolíticas o después de los sólidos platónicos a piezas donde la luz pasa.
Que tuviera la misma importancia el espacio negativo que le positivo, donde la luz y la sombra eran lo mismo; de hecho, pasé por una etapa donde las piezas eran en blanco y negro porque la luz y la sombra hablan de una parte muy profunda de mi vida, con unos contrastes muy marcados, y donde ese cruce de positivo y negativo, de fuerza y de fragilidad, ha hecho en mí una unidad interior. Pero tuve que pasar este trecho como si la esfera me hubiera dado permiso de ser una tábula rasa desde donde pude resurgir e integrar esta figura a mi propia preocupación interna o filosófica.”